Como profesional de la salud en México, sabemos que tu tiempo es un recurso invaluable. Elegir el equipo correcto para tus pacientes es crucial. No solo por el resultado clínico, sino también por la eficiencia de tu consultorio y la confianza que inspiras.
Hoy nos enfocamos en un equipo esencial para tu práctica: el concentrador de oxígeno.
No todos los concentradores son iguales, y la diferencia no está solo en el precio. Está en la certificación, la cual garantiza la seguridad y la entrega real de oxígeno al paciente.
Saber qué buscar reduce riesgos y fortalece la experiencia del paciente que confía en tu criterio.
La Distinción Fundamental: Concentrador vs. Ventilador
Antes de hablar de certificaciones, es vital que aclaremos los roles de dos equipos que a menudo se confunden:
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Concentrador de Oxígeno: Este dispositivo toma el aire ambiental y lo filtra. Separa el nitrógeno y otros gases para entregarte aire con una alta concentración de oxígeno (generalmente 90-95%). Lo usas para la terapia de oxígeno a largo plazo o en casos leves a moderados. Su función es suplementar el oxígeno, no asistir la respiración.
-
Ventilador (o Respirador): Es un equipo de soporte vital. Su función es mover el aire dentro y fuera de los pulmones cuando el paciente no puede hacerlo por sí mismo. El ventilador controla la respiración del paciente. Usa oxígeno concentrado, pero su mecanismo y propósito son totalmente diferentes, y su uso es crítico y hospitalario.
Por eso, valida cual es el equipo que tú recomiendas para usar en casa o en terapias ambulatorias de tu consultorio.
Certificaciones Críticas en México: COFEPRIS y FDA
Para un concentrador de oxígeno, la certificación es la prueba de calidad. En México, dos sellos son obligatorios o altamente deseables:
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Registro Sanitario COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios)
Este es el documento obligatorio en México. Tu concentrador debe tener este Registro Sanitario de COFEPRIS. Si lo tiene, sabes que el equipo es seguro y funciona bien en el país. Sin él, tomas un riesgo legal y clínico inmediato. -
Aprobación de la FDA
Aunque la FDA (de EE. UU.) es una entidad extranjera, su aprobación (o la marca CE de Europa) es señal de un estándar internacional alto. Si tu concentrador tiene esta certificación extra, tienes una doble garantía.
Recomendación: Busca siempre el Registro Sanitario COFEPRIS.

Rendimiento: La Concentración de Oxígeno Estable
La certificación asegura que el equipo fue fabricado correctamente. Pero tu valor médico depende de su rendimiento real. El concentrador debe mantener una pureza de oxígeno constante, incluso en flujos altos. Un concentrador de baja calidad puede prometer 5 litros por minuto (LPM) pero entregar solo 70% de pureza a ese flujo.
Un equipo certificado y de calidad te garantiza:
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Pureza constante: Mantiene entre el 90% y el 95% de oxígeno a lo largo de todo el rango de flujo.
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Alarmas de baja pureza: Debe alertarte a ti o al usuario si la pureza cae por debajo del 85%, un fallo crítico.
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Durabilidad: Entre menos fallas, bajarán las interrupciones en la terapia del paciente y también se reducirán los gastos de mantenimiento.
Invertir en calidad certificada reduce el riesgo de hipoxia y los tiempos en reparación de fallas. Con esto, mejora la eficiencia de tu consultorio.
Tu recomendación profesional es el factor más importante para tu paciente.
Al elegir un concentrador de oxígeno, no te conformes con el precio más bajo. Exige el Registro Sanitario COFEPRIS y busca el respaldo de certificaciones internacionales. Esto protege la salud del paciente y blinda la reputación de tu práctica. Es una decisión de valor médico y eficiencia administrativa.
¿Tus procesos están diseñados para garantizar que el paciente obtenga la calidad de un equipo certificado y de alto rendimiento?
Recuerda, la gestión de insumos es parte de la experiencia total del paciente.
Como profesional de la salud en México, sabemos que tu tiempo es un recurso invaluable. Elegir el equipo correcto para tus pacientes es crucial. No solo por el resultado clínico, sino también por la eficiencia de tu consultorio y la confianza que inspiras.
Hoy nos enfocamos en un equipo esencial para tu práctica: el concentrador de oxígeno.
No todos los concentradores son iguales, y la diferencia no está solo en el precio. Está en la certificación, la cual garantiza la seguridad y la entrega real de oxígeno al paciente.
Saber qué buscar reduce riesgos y fortalece la experiencia del paciente que confía en tu criterio.
La Distinción Fundamental: Concentrador vs. Ventilador
Antes de hablar de certificaciones, es vital que aclaremos los roles de dos equipos que a menudo se confunden:
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Concentrador de Oxígeno: Este dispositivo toma el aire ambiental y lo filtra. Separa el nitrógeno y otros gases para entregarte aire con una alta concentración de oxígeno (generalmente 90-95%). Lo usas para la terapia de oxígeno a largo plazo o en casos leves a moderados. Su función es suplementar el oxígeno, no asistir la respiración.
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Ventilador (o Respirador): Es un equipo de soporte vital. Su función es mover el aire dentro y fuera de los pulmones cuando el paciente no puede hacerlo por sí mismo. El ventilador controla la respiración del paciente. Usa oxígeno concentrado, pero su mecanismo y propósito son totalmente diferentes, y su uso es crítico y hospitalario.
Por eso, valida cual es el equipo que tú recomiendas para usar en casa o en terapias ambulatorias de tu consultorio.
Certificaciones Críticas en México: COFEPRIS y FDA
Para un concentrador de oxígeno, la certificación es la prueba de calidad. En México, dos sellos son obligatorios o altamente deseables:
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Registro Sanitario COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios)
Este es el documento obligatorio en México. Tu concentrador debe tener este Registro Sanitario de COFEPRIS. Si lo tiene, sabes que el equipo es seguro y funciona bien en el país. Sin él, tomas un riesgo legal y clínico inmediato. -
Aprobación de la FDA
Aunque la FDA (de EE. UU.) es una entidad extranjera, su aprobación (o la marca CE de Europa) es señal de un estándar internacional alto. Si tu concentrador tiene esta certificación extra, tienes una doble garantía.
Recomendación: Busca siempre el Registro Sanitario COFEPRIS.

Rendimiento: La Concentración de Oxígeno Estable
La certificación asegura que el equipo fue fabricado correctamente. Pero tu valor médico depende de su rendimiento real. El concentrador debe mantener una pureza de oxígeno constante, incluso en flujos altos. Un concentrador de baja calidad puede prometer 5 litros por minuto (LPM) pero entregar solo 70% de pureza a ese flujo.
Un equipo certificado y de calidad te garantiza:
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Pureza constante: Mantiene entre el 90% y el 95% de oxígeno a lo largo de todo el rango de flujo.
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Alarmas de baja pureza: Debe alertarte a ti o al usuario si la pureza cae por debajo del 85%, un fallo crítico.
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Durabilidad: Entre menos fallas, bajarán las interrupciones en la terapia del paciente y también se reducirán los gastos de mantenimiento.
Invertir en calidad certificada reduce el riesgo de hipoxia y los tiempos en reparación de fallas. Con esto, mejora la eficiencia de tu consultorio.
Tu recomendación profesional es el factor más importante para tu paciente.
Al elegir un concentrador de oxígeno, no te conformes con el precio más bajo. Exige el Registro Sanitario COFEPRIS y busca el respaldo de certificaciones internacionales. Esto protege la salud del paciente y blinda la reputación de tu práctica. Es una decisión de valor médico y eficiencia administrativa.
¿Tus procesos están diseñados para garantizar que el paciente obtenga la calidad de un equipo certificado y de alto rendimiento?
Recuerda, la gestión de insumos es parte de la experiencia total del paciente.



